31/8/07
1/8/07
Más de cien motivos
"No hace mucho, en una charla sumamente interesante, un encantado de las actividades culturales me dijo que Gálvez tiene muchos beneficios. A nivel macro, está bien ubicada en el mapa y es sencillo acceder desde diferentes lugares. Además, tiene muchos y muy buenos espacios para eventos de los más variados. Por si esto fuese poco, es una ciudad tranquila y en la que uno llega a todos lados caminando. Tenemos cine, teatro, clubes, estadios, pubes, salones varios, la Biblioteca, el Liceo, los Museos y otras tantas opciones. Desde hace un tiempo se sumó a esa lista El Portal Hotel. Lo demostró Diego Rodríguez, Relacionista Público, con el paso por Gálvez de Fernando Montalbano, trovador rosarino, con todo lo bueno que eso significa. De las muchas formas de apreciar la vida, de contemplar el mundo, de descubrir al prójimo, la música es, quizá, la más "compartible". Tal y como afirma el personaje de Hugh Grant en Letra y Música, "pueden tomar todas las novelas del mundo y ninguna de ellas los hará sentir tan bien y tan rápido como una buena canción". Montalbano lo sabe de memoria. No porque lo aprendió. Trovador, aparentemente, no se hace. Sentir como propias las composiciones ajenas y ser capaz de crear canciones que describan la vida misma requiere de una sensibilidad particular. El 7 de julio, aquí, en nuestra ciudad, un grupo de personas pudo contemplar el momento en que las canciones cobran vida. Un show. Dos momentos diferentes. Uno calmo, compañero de cena, otro animado y cómplice. Ambos plagados de grandes logros de personas grandes. De Serrat a Sabina, así se llama espectáculo. Aquellas pequeñas cosas que nos legó el Nano, las idas y vueltas del Joaco por "Y nos dieron las diez", "y Contigo" entre otras y el milagro de "Una mujer con sombrero" de Silvio Rodríguez fueron apenas una parte de una noche especial. Dicen que para muestra basta un botón. Dicen que algunos se quedaron con ganas de más. Dicen que quizás se repita. Dicen que el gusto está en la variedad. Tal vez, entonces, haya otros artistas en otros lugares con otro público. Quizás, de hecho, nuestra ciudad se convierta en una alcancía plagada de botones de colores. Habrá que ponerse a trabajar, habrá que prepararse para disfrutar..."
